Ajustes de cámara

Una vez que nos hayamos familiarizado con nuestra cámara, habría que tener en cuenta ciertos pasos antes de tomar una fotografía.

- Elegir el tipo de archivo en cuanto a resolución y formato (RAW o JPEG).

- Si se opta por JPEG, asegurarse de ajustar unos valores de contraste, nitidez, tono y saturación adecuados a nuestros gustos o al tema a fotografiar.

- Tener presente y escoger el Balance de Blancos (sobre todo con JPEG).

- Elegir entre enfoque automático o enfoque manual.

- Tener claro si se utilizará el modo manual o los semiautomáticos (descartaría utilizar el automático).

- Realizar la medición de la luz de la escena guiados por el fotómetro o por el histograma, y ajustar la exposición con un valor ISO que asegure el menor ruido posible.

- Si la escena tiene un alto contraste (zonas muy claras y zonas muy oscuras), debido a que el sensor de la cámara no podrá captar los detalles de ambas zonas a la vez (rango dinámico), se deberá medir la exposición en la zona donde interese conservar detalle. Lo más aconsejable en estos casos es utilizar un tripode y realizar un horquillado o braketing con diferentes ajustes de exposición. Después se juntan las imágenes con un programa de edición, pudiendo utilizar o no la técnica del HDR (High dynamic range).

- Una vez ajustados los parámetros hay que enfocar, reencuadrar si es necesario (al reencuadrar hay que tener cuidado con la profundidad de campo, sobre todo para objetos cercanos y utilizando aberturas grandes, si es para un paisaje apenas se notará si enfocamos al infinito), mantener la cámara firmemente y accionar suavemente el disparador hasta oir el pitido del enfoque, y entonces con el dedo en arco, sin apretar de manera brusca, acabamos de accionar el disparador.

- Después de accionar el disparador se puede revisar la imagen en la pantalla lcd y comprobar con el histograma el equilibrio de las luces. La mayoría de cámaras ofrecen la posibilidad de ver las zonas sobreexpuestas o "quemadas" de la imagen.

Si se realiza la fotografía sin tripode, la luz es escasa y además no podemos o no queremos utilizar el flash, es importante tener en cuenta la relación entre la distancia focal y la velocidad de obturación. Como mínimo hay que utilizar un valor igual a la distancia focal. Por ejemplo, si tenemos un objetivo de 50mm o uno zoom ajustado a 50mm, hay que utilizar como mínimo una velocidad de obturación de 1/50 segundos para podernos asegurar que la fotografía no salga borrosa (siempre y cuando el objeto fotografiado esté estático). Para cumplir esta regla se han de sacrificar otros parámetros, como el ISO, que habrá que subirlo, o la abertura, que tendrá que ser más grande. Por eso siempre es mejor utilizar un tripode, que no condicionará los ajustes que deseemos. Pero como no siempre es posible utilizar tripode, es un dato a tener en cuenta.

Es imprescindible conocer todo sobre la cámara, ya que es como tener un plan de preparación y no dudar en el momento de la toma. Y el libro de instrucciones que trae cada cámara es el primero que hay que leer.